Nuevamente otro primo político del presidente
Humala ocupó los titulares de la prensa esta semana. ¿Es real la influencia de
los Heredia, así, en plural, en el poder? Esta es la historia de una familia
ayacuchana que tiene más de un miembro en Palacio de Gobierno. Después de todo,
el presidente también es un Heredia.
Si uno las mira demasiado, a lo largo de los años todas las historias
familiares de América Latina parecen sacadas un poco de Cien años de soledad:
nombres que se repiten una y otra vez; gente que uno ya no sabe si son primos,
tíos, esposos o qué entre sí; generaciones que de pronto deciden desaparecer, y,
claro, patriarcas, o matriarcas, que tientan el poder. Lo que no es usual es que
uno de esos patriarcas, o matriarcas, triunfen tentando al poder.
Por ejemplo, los Heredia. En la última semana, circularon
rumores respecto de la terquedad del gobierno de mantener en su cargo al
director de la Policía
Nacional, el general Raúl
Salazar. Los rumores apuntaban a una prima de la primera dama, Nadine
Heredia. En principio, se dijo que era el mismo general Salazar quien estaba
casado con una Heredia. Luego, un informe de El Comercio explicó que el
primo político de la primera dama era, en realidad, un amigo de
Salazar.
Toda biografía de la pareja presidencial consigna que Nadine es tía lejana
del presidente Ollanta Humala. La explicación que se suele dar es que
Ollanta también es Heredia. Su madre, doña Elena, apellida Tasso
Heredia. La abuela materna de Ollanta se llamaba Enedina Heredia.
Lo que no se dice nunca es que la abuela paterna de Ollanta también era
Heredia.
–Son colombroños, como diría Montesinos –afirma don Isaac Humala
cuando se le interroga respecto de su madre, María Núñez Heredia. –Tienen el
mismo apellido pero no hay relación.
Los Humala y los Heredia provienen de la misma provincia al sur de Ayacucho,
Páucar del Sara Sara, pero de distintos distritos. Los Humala vienen de
Oyolo y los Heredia, de Colta, cada uno a 20 largos kilómetros del
otro.
En esa época Páucar era parte de la provincia de Parinacochas. Para ir a la
capital, Cora Cora, los oyolinos necesariamente tenían que pasar por Colta. Don
Isaac sostiene que su madre no era de Colta, sino de Oyolo, es decir, de una
rama diferente de los Heredia.
–Lo que pasa es que en su casa se veía a los Heredia más como
comerciantes –dice alguien muy cercano–, mientras que los
Humala se ven como dedicados a los estudios, al cultivo
intelectual.
Sea como sea, don Isaac terminó casándose con una Heredia, doña Elena, a la
que conoció en los círculos marxistas de San Marcos, durante
la dictadura de Odría. Ambos tenían raíces comunes pero, según don Isaac, eso no
tuvo nada que ver.
–Allí no jugó el paisanaje, sino la cuestión ideológica.
Pero doña Elena no fue la primera de los Heredia de Colta que conoció don
Isaac.
COMPAÑERO HEREDIA
Cuando don Isaac era chico, el único colegio en kilómetros a la redonda era
el 9 de Diciembre, ubicado en Cora Cora, la capital del provincia. Allí
estudiaban unos 120 niños, muchos de los cuales –entre ellos, Isaac– se alojaban
en una pensión.
En esa pensión también vivía Ángel Heredia, quien muchos
años después fallecería sin saber que su única hija sería la primera
dama del Perú. Ángel era mayor que Isaac, pero se hicieron amigos. Era
un colegio chico, después de todo.
En el colegio hay otros primos Heredia pero, para don Isaac, el más
interesante no está en los salones sino en la plaza de Cora Cora, lanzando
proclamas sindicales. Era Leudicio Quispe Heredia, futuro padre de Tania
Quispe, nada menos que la actual jefa de la Sunat, uno de los
puestos más cruciales en cualquier gobierno.
Para entonces, Leudicio era un líder sindical. Y era aprista, como la mayoría
de Heredias que coquetearon con la política en el siglo XX (incluyendo a su
primo Ángel, el padre de Nadine).
Como casi todos los de esa generación de su familia, Leudicio se hizo solo.
Con el tiempo, fue a Lima e ingresó a San Marcos. Allí trabó amistad con Isaac
Humala, que había seguido el mismo camino y lo recordaba de su época de
colegial. Estudiaron en la misma promoción de Derecho.
Fue una amistad duradera. En la casa de los Humala, para Ollanta y
sus hermanos, era el “tío” Leudicio. Que, además, sea tío de verdad de
doña Elena era circunstancial.
–Era uno de los pocos Heredia cercanos a los Humala –recuerda alguien que los
conoce–. Es que, en realidad, la cercanía venía por el lado de Isaac.
Los hijos de Leudicio no son ajenos a la labor pública.
Iván Quispe, uno de ellos, actualmente, es fiscal
adjunto nada menos que de la Fiscalía Suprema en lo Contencioso
Administrativo.
Aunque, por supuesto, la hija más famosa de Leudicio es la economista Tania
Quispe, ahora jefa de la Sunat. La pareja presidencial confía plenamente en ella
y en su experiencia de más de diez años en una consultora internacional.
Pero también confiaron en ella para reclutar a sus más altos
funcionarios.
“LAS RECLUTADORAS”
Rosa Heredia es una exitosa abogada especializada en el
rubro energético. En algún momento fue representante de Edelnor ante
Adepsep. No participó en política nunca, salvo, indirectamente, en la campaña
del 2006.
Ese año, en la elección que Humala perdió, una veintena de tíos y primos
Heredia aportó, según la ONPE, un total de 141.188 nuevos soles para la campaña de UPP.
Una de ellas fue Rosa, sobrina de Nadine. Por si fuera poco, Ilan,
hermano de Nadine, era el tesorero del partido.
Aquella vez la prensa intervino y reveló qué aportantes eran de la familia. A
muy pocos les quedaron ganas de aportar, figurar o participar en las elecciones
del 2011. No fue necesario: el primo Ollanta triunfó en ese proceso.
Entonces Rosa fue encargada de designar a los subcoordinadores de la
transferencia de los organismos reguladores. Además, fue convertida en
una de las “headhunters” del régimen aún en gestación. La otra “reclutadora”,
como las llamó la prensa, fue Tania Quispe.
Tania y Rosa se establecieron en el local del PNUD. Allí recibían, acumulaban
y filtraban cientos de hojas de vida que empezaron a llegar. Uno de sus
principales encargos, dispuestos en persona por Nadine, era ser lo más exigentes
posibles con la gente del partido. El otro encargo era buscar gente
“independiente” que cuadrara con el rumbo pragmático de la Hoja de Ruta.
Nadine, Tania y Rosa entrevistaron en persona, incluso, a varios
candidatos a ministros. El fichaje más importante de este grupo fue,
sin duda, el ministro de Economía, Miguel
Castilla, a quien Tania ya conocía.
EN EL CONGRESO
Después de la temporada de transición, Nadine fue a Palacio, Tania a la Sunat
y Rosa prefirió regresar al ámbito privado. Sin embargo, hay una parte de ella
que no puede irse. Resulta que Rosa está casada con Santiago
Gastañaduí, que fue electo congresista por Piura el 2011.
Gastañaduí, actualmente, es presidente de la Comisión de
Constitución del Congreso. A esta comisión llegó la iniciativa de la ONPE que
permitía que las primeras damas postularan al concluir el periodo de sus
cónyuges. Gastañaduí prefirió una salida política y la prohibición de postular
se mantuvo. Pero también aclaró que no existía la “Ley Nadine”, sino la “Ley
Higuchi”.
(Tomado de La Republica)