Las últimas encuestas hechas por
prestigiosas encuestadoras sobre intención de voto en el distrito de Comas
muestran una amplia preferencia por el candidato que ha inundado el distrito
con sus carteles amarillos. Nos estamos refiriendo obviamente al ex alcalde de Comas,
Miguel Saldaña, el que, según estas, sería el virtual ganador si las elecciones
fueran mañana.
Lo cierto es que, a menos de tres
semanas, en todas el candidato del sol se perfila como ganador fijo con casi el
50% de los votos mientras que el segundo lugar, llámese Arhuata, María Jesús, Obando
o el que este de turno, le sigue de lejos con un sobrio 8%, 7% ó 6%, según como
vayan fluctuando en los sondeos.
Si en las dos gestiones del
candidato de Solidaridad, se despilfarró dinero generándose la más grande deuda
(S/.31´398,207 sumando FONAVI, Tesoro
Público, ONP, ESSALUD, AFPs, entre otros conceptos) en la historia del distrito,
deuda que figura en la Sunat y de la cual aún no nos hemos podido recuperar. Si
mediante una resolución de alcaldía recortó el ancho de la avenida San Carlos de
32 a 18 metros sólo para favorecer su casa de mil metros cuadrados.
Si arrastra innumerables procesos
judiciales por su corrupta e incapaz gestión municipal de ocho años. Si efectúa
una millonaria campaña electoral pagando por colocar carteles en todo el
distrito, regalando bolsas con víveres y polos a los pobladores más pobres para
comprar sus votos, prácticas que propician el clientelismo político que baja el
nivel de la campaña electoral, donde es mejor candidato el que regala o paga más.
Nos preguntamos, ¿cómo es posible
que el pueblo de Comas dé su respaldo a este señor? ¿Es que acaso la mala
gestión de Kusunoki nos ha hecho olvidar lo que fue la gestión de Saldaña? ¿Es
verdad aquella frase popular que dice: “es mejor votar por malo conocido que bueno
por conocer”? ¿Es que acaso hemos perdido la confianza, la esperanza y la fe en
que podemos mejorar las cosas?
Definitivamente, señores un
peligro nos acecha y es el de volver al pasado, al atraso y la corrupción que
representan aquellos que sólo llegan al poder para beneficiarse, y llevan una
gestión de espaldas al pueblo que los elige. Por eso, hacemos un llamado a los 16
candidatos, que son meras fluctuaciones en las encuestas considerando su bajo
porcentaje, a unir fuerzas frente al común adversario.
Para que depongan sus egos y
rencillas, en pos del bien común. Para enfrentar al postulante que va por la reelección
y que ha enfermado de hepatitis a todo el distrito, haciendo de la
contracampaña una campaña, que quiere que miremos la paja en el ojo ajeno y no
la viga que tiene el suyo.
Todavía estamos a tiempo, de
dejar de lado nuestras diferencias y conformar una candidatura única, una
alianza de todos los frentes en un solo frente que desafíe al conformismo, la
desidia y la incredulidad que hoy nos gobierna y que amenaza con dejarnos a
merced de los lobos nuevamente. Señoras y señores es la hora de cambiar nuestra
historia y de darnos cuenta que si no nos unimos no podremos lograrlo.